Las imágenes
de los marines norteamericanos orinando sobre los cadáveres de
personas de origen afgano (talibanes, según algunos periódicos
llegan a especificar) han dado la vuelta al mundo. Los medios de
comunicación y la opinión pública han criticado duramente este
vídeo, llegando a pedir responsabilidades penales para los autores,
ya que la profanación de cadáveres es un crimen de guerra.
Se nos ha
pasado por alto un aspecto fundamental: ante una imagen que nos
recuerda tristemente a las fotos de cazadores con sus trofeos de
caza nos hemos olvidado de ver
la foto completa y plantearnos que unos soldados han matado a dos
personas. Desconociendo la situación real del caso, ni
preguntándonos las posibilidades de detención para ser juzgados, ni
si tuvieron asistencia médica en caso de resultar heridos durante el
ataque,... nos preocupa sólo que luego se les orinen encima.
De
alguna forma, Estados Unidos ha conseguido normalizar sus acciones de
guerra. Cualquier ataque, cualquier asesinato queda automáticamente
justificado sin pasar ni por la opinión pública ni por un sistema
judicial internacional independiente. La salida a la luz de estos
vídeos es una oportunidad que tiene una vez más la administración
americana para lavarse la cara investigando la autoría de este acto
deplorable y desviar así la atención a la población de los
problemas reales de estar en guerra
Nota: Para ver la imagen comentada:
http://internacional.elpais.com/internacional/2012/01/12/actualidad/1326331407_691690.html
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