dijous, 12 de gener del 2012

Un café con sal

El origen de este Blog se encuentra en varias conversaciones de cafetería con amigos con los que comparto la experiencia de intentar vivir dentro de nuestra sociedad, respetando los derechos de todos los animales, hecho que no suele ser nada fácil.

Apropiándome de sus aportaciones al debate, nos encontramos en un momento en el que aunque es cierto que nunca habíamos tenido tantas facilidades por ser veganos, con la apertura de tiendas y restaurantes especializados, el ánimo se agota. La ilusión de cambiar el mundo haciendo activismo por los derechos de los animales en alguna organización desapareció hace unos años, convirtiéndose en una decepción que se agrava poco a poco cada vez que te das cuenta que hasta tu entorno más inmediato (familiares, amigos, pareja,…) todo el mundo sigue anclado en la comodidad social que envuelve el especismo. Además, a medida que van pasando los años y te alejas de la adolescencia, la sociedad deja de perdonarte lo que considera extravagancias fruto de un idealismo que sólo se permite a la juventud e intentan normalizarte de una forma más o menos sutil.

A pesar de todo, las ganas continúan y la función de este Blog es compartir vivencias, pensamientos, opiniones o lo que surja procedentes de esta lucha diaria, que muchas veces no puedo expresar simplemente porque sé que la respuesta que voy a obtener no será de comprensión sino que ha llegado un momento que lo máximo a que aspiro es a un silencio incómodo por parte de mi interlocutor.

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